Monday, October 02, 2006

MIERCOLES 4 DE OCTUBRE RICARDO ROUVIER EN LA LIBRERIA

El consultor politólogo Ricardo Rouvier nos visitará este miércoles 4 de Octubre 2006 a las 18.30 hs, en la Librería de Avila Alsina 500 (y Bolivar). Hablará de los escenarios políticos de la capital.

Tuesday, May 30, 2006

Felipe Pigna inauguró el ciclo 2006 de Charlas-Debate en Espacio Plaza

29 de Abril de 2006
“Desindustrializar el país tornarlo mas egoísta y fragmentario, destruir la cultura y la Educación, fueron objetivos claros de la dictadura”


A sala completa el historiador, Felipe Pigna, dio inicio al ciclo anual de Charlas - Debates organizado cada año por la asociación civil Espacio Plaza dirigida por el felipista Julio Balbi en la Librería de Ávila (ex del Colegio Bolivar esquina Alsina.En un marco reflexivo acerca de los 30 años del inicio de la última dictadura militar la masiva concurrencia pudo compartir su pensamiento con respecto a los hechos ocurridos durante este proceso. Pigna relató con la sencillez que lo caracteriza y acompañado de las imágenes de su última publicación “la noche de la dictadura” lo que marcaría el comienzo de la página más trágica de la historia de nuestro país.El Historiador comparó a la década del noventa con las Presidencias de Carlos Menem y Fernando de la Rua, con la dictadura militar en cuanto a sus políticas económicas, y sostuvo que la elite de la economía nacional “no podía permitir 50% del producto bruto interno se repartiera en la clase trabajadora” destacando “que ese fue uno de los motivos del golpe militar y también continuó con las decisiones económicas tomada en la década del noventa.“Desindustrializar el país tornarlo mas egoísta y fragmentario, destruir la cultura y la Educación, fueron objetivos claros de la dictadura”“La sociedad tiene aún que reencausarse y salir de ese modelo perverso que sigue teniendo como eje el poder económico concentrado”“Hay que recuperar el valor de la cultura y la educación, algo que en la época de la dictadura fue censurado”Hizo referencia a la guerra de Malvinas y su encuentro con aquellos recuerdos dejados por los combatientes y también mostró preocupación por el número de suicidio que hoy se acerca ala cantidad de muertos en dicha guerra.
“La supresión de identidad fue quizás una de las prácticas mas crueles de la dictadura militar “Propone que no sea solo el 24/ 03 para recordar el golpe si no que se hable todo el año.Declara al 2006 como año de la memoria y que hubo una saturación de los medios con respecto al tema en la semana de 24/3 y que habría que instarlo todo el año.“La Historia de un país es su identidad, es todo lo que nos pasó como sociedad desde que nacimos hasta el presente y allí están registrados nuestros triunfos y derrotas, nuestras alegrías, y tristezas, nuestras glorias y nuestras miserias.
“Quienes quedan fuera de la historia mueren para siempre, es el último despojo al que nos somete el sistema, no dejar de nosotros siquiera el recuerdo. Los desobedientes de la Obediencia Debida a la traición, los honestos contra el viento y marea, los rebeldes aún en la derrota.”Cuando le preguntaron a Albert Einstein si era neutral respondió “neutral para cual de los 2 bandos” El que dice que es neutral es un hipócrita y en realidad lo que falta es jugarse y decir de que lado está o quiere estar cada uno”“Aquel pasado debería ayudarnos a dejar de pensar que “en este país siempre estuvo todo mal y por lo tanto nunca nada estará bien”c senaló Balbi.Se escucha seguido en estos días, en ocasión de rememorar el día más triste de nuestra historia, de un golpe militar del 24 de marzo de 1976.Seguramente por desconocimiento o por el sólo hecho de aliviar responsabilidades o culpas, circunscribir el hecho a un grupo de depravados y asesinos que comandaban las Fuerzas Armadas de entonces el golpe de estado, refleja a las claras que seguimos los argentinos o gran parte de nosotros, mirando las cosas siempre para otro lado. Tristemente se ve por allí, y me refiero a dirigentes y compañeros que rozan los cincuenta, caer en la misma trampa en que nos metieron para justificar lo injustificable, en la sustentación de la teoría de los dos demonios. Contando o describiendo, para que lo tengamos presente, los desmanes, crímenes, apresuramiento o irreverencia de una gran parte de los jóvenes de entonces, que pensaron y actuaron en consecuencia porque previeron que se estaba gestando un modelo que al final del camino fue el que venció para desgracia de todo el pueblo argentino y de Sudamérica toda. Poner en un mismo plano o sacudir nuestra memoria para recordar estos episodios, es como frecuentemente sucede en nuestra conducta colectiva, de revisar los comportamientos de las víctimas: “El violador y asesino se vio seducido por la menor que en ese momento tenía puesta una prenda provocativa”.Y esta memoria colectiva, promueve que las consecuencias nefastas del genocidio sigan vigentes y nos dificulte el goce de una democracia en plenitud.Quién puede dudar del dolor de quienes tenemos cerca la desaparición de un ser querido, quién puede borrarse de la cabeza el imaginario del sufrimiento de los días en las mazmorras de nuestros compañeros. Quién no se pregunta, sin descanso en estos 30 años, qué fue de sus últimos días. Si con solo conocer, enterarse, ver, que están apareciendo nietos que fueron entregados como mascotas perdidas a quienes en ese momento se pudieron hacer cargo de ellos. Quienes seguimos vivos, sabemos a ciencia cierta, que el modelo impuesto, de ajuste, miseria, deuda externa, destrucción sistemática del estado, precariedad laboral, salud y educación convertida en negocio, se constituye en la bandera de nuestra derrota.
De lo que habría que acordarse es que, en aquella época, la de los revoltosos, que para algunos sus conductas justificaron el golpe, lo que estaba en discusión y se actuaba en consecuencia, era revisar o politizar las acciones de los dirigentes o responsables de entonces de la entrega de nuestro patrimonio y de nuestra independencia como proyecto de nación. Pero la herencia de la dictadura no se agota con un hecho histórico, sino que provocó que el tema de los derechos humanos ocupara un sitial que no había ocupado nunca. Existen y convivimos con ello un sesgo de autoritarismo en la vida doméstica, que se puede traslucir en el maltrato y la tortura. La época de la represión aniquiló los valores básicos que circulaban en la sociedad argentina, el compromiso hacia el otro y de cierto pacto intersubjetivo que había funcionado durante años. Produjo deshumanización e invalidación de la posibilidad de recuperación de sentimientos morales. Muchos sentimos o nos confundimos en el rol de víctimas, cuando en realidad hemos sido cómplices silenciosos. Tenemos por delante, que retornar a la búsqueda de cierta recomposición de algunos elementos básicos morales. No debe ser bien visto, el respeto a la picardía, la corrupción, y la admiración por los tesoros o botines que resplandecen. Debemos despejar de una vez por todas esta lucha entre la memoria y distintas formas de amnesia y olvido colectivo, porque si podemos sobrellevar esto y poner en su justa medida, vamos a dejar de cercenar un proyecto de país diferente y a evitar las formas de desigualdad y depredación que se instalaron en nuestra conducta colectiva. Con lo cual creo que el problema es que las víctimas quedaron colocadas en el lugar simplemente de víctimas y no de personas que querían algo que el país todavía, no obtuvo.